Programa de Intervención y Pautas para Autismo

 
 

Intervención en TEA

Pautas para enseñar en autismo

Recomendaciones y consejos para padres con hijos con autismo y profesionales en la educación y psicología que tratan personas con autismo y personas con síndrome de Asperger. Las siguientes estrategias para trabajar con niños TEA, las podemos aplicar en casa, en consulta y en el colegio.

  • Control instruccional: Comenzamos trabajando el control instruccional con niños con autismo. El control quiere decir que el adulto es el que tiene la responsabilidad y el control de la educación del niño.

    El niño tiene que entender que el adulto es el que toma las decisiones importantes en su vida. Es decir el niño no puede decidir sobre el adulto. El niño puede tomar decisiones o hacer peticiones, pero controladas por el adulto.

  • Dar confianza y seguridad: “Hacemos lo que decimos y decimos lo que hacemos”. No engañamos o hacemos falsas promesas al niño que no podamos cumplir. Por ejemplo: Si haces las tareas te llevo al parque, y una vez el niño ha terminado las tareas, no lo llevamos. Evitamos estas situaciones. Si el niño termino las tareas lo llevamos al parque como le habíamos prometido.

  • Búsqueda activa de nuevos objetos y actividades de refuerzo. Los reforzadores son objetos, juegos, actividades o alimentos que tiene un efecto reforzador en el niño. Estos son nuestra herramienta de motivación para poder enseñar nuevas habilidades. La búsqueda tiene que ser activa ya que los niños van cambiando de gustos, y los reforzadores pueden perder eficacia “poder reforzante”, por ello cuanto más variedad tengamos mejor.

  • Aseguraros que el niño está motivado y bajo reforzamiento, antes de la enseñanza de tareas. ¿Cómo motivar a niños con autismo?.

  • La manera de obtener reforzadores será a través de conductas adecuadas y mediante la cooperación del niño. Al principio podemos trabajar instrucciones sencillas, para que el niño entienda que cada vez que realiza una instrucción tiene algo a cambio y si no lo hace no obtiene nada. Por ejemplo; Damos instrucción “toca cabeza”, damos refuerzo (reforzadores, elogio o actividad).

    Enseñamos y demostramos que ignorar o escapar de una tarea y presentar problemas de conducta, no tiene refuerzo alguno.

  • El niño no tendrá acceso a reforzadores cuando esté dando problemas de conducta o después de haber presentado una rabieta. ¿Cómo identificar problemas de conducta?.

  • Los reforzadores no deben estar al alcance del niño/a, si no estos podrán acceder a ellos y estos pueden perder efectividad, además de no fomentar la comunicación.

  • Uso de anticipación. Anticipar y prevenir conductas disruptivas. Manipular los estímulos que preceden a la conducta, siempre que sea posible. Pautas y materiales para anticiparnos. Por ejemplo, si siempre que le decimos al niño que se siente, este grita y patalea, nos anticipamos diciendo “vamos a jugar con la plastilina (hacer uso de reforzadores favoritos del niño), si te sientas en la silla”, de este modo trabajamos en antecedente.

  • Dedicar tiempo a condicionaros positivamente. Mediante el acceso a reforzadores, jugando a sus juegos y actividades favoritas. Estos deben estar bajo vuestro control. En la intervención en terapia ABA, es el primer paso, es muy importante dedicar tiempo al emparejamiento para después nosotros mismos seamos reforzantes para el niño y poder ganar mayor control.

  • Aumentar el lenguaje declarativo (explicamos) respecto al imperativo (no ordenamos), de este modo se condiciona positivamente el lenguaje y la comunicación. 

  • No exigimos tareas que el niño no pueda hacer. Partimos de las habilidades del niño antes de enseñar una nueva tarea. Poner el nivel más alto puede crear frustración y creas mal emparejamiento hacia la tarea, la persona y hacia el estímulo si lo hubiese. Por ejemplo; Queremos que escriba su nombre, pero aún no sabe hacer trazos horizontales, verticales o circulas. Cada paso lleva su proceso.

  • Si el niño está presentado problemas de conducta, no debemos pedirle tareas porque hay una alta probabilidad de que haga escape (no haga la instrucción y se refuerce la conducta de escape). Personas con formación en ABA, si que pueden demandar instrucciones, para ello tienen que tener control sobre el niño y las tareas que le demanden estén en el registro del niño, es decir que el niño sea capaz de realizarlas. Podemos aplicar diferentes procedimientos, leer más.

  • Cuidado con el uso de programas de extinción y castigo, un exceso de uso o mal uso de estos tratamientos puede ser contraproducente.

  • Hacer uso de diferentes tipos de reforzamiento.

  • Variedad en las rutinas. Proporcionando variedad trabajaremos las inflexibilidades y posibles problemas de conducta. Cuanto más fomentemos la variabilidad, flexibilidad y cambios mejor calidad de vida ofreceremos, ya que la vida esta llena de cambios e imprevistos que no podemos controlar y es recomendable amoldarlos a ellos. Por ejemplo;

    • Variedad en tipos de comidas, mezclar diferentes colores, texturas, cocinar la comida de manera diferente y probar nuevos sabores.

    • Trabajar con diferentes personas, profesores, otros profesionales, compañeros y familiares.

    • Utilizar diferentes estímulos. Presentar las tareas con diferentes formatos. Por ejemplo, escribir con lápiz, con rotulador y con cera.

    • Trabajar en diferentes contextos. Una misma tarea podemos trabajarla en diferentes sitios, por ejemplo, siéntate en grupo, en el suelo en clase, en el sofá, en el campo, en el césped…

    • Coger diferentes rutas para ir al colegio, ir a la compra, ir a la playa... 

Pautas y recomendaciones educativas en autismo

Pautas efectivas para niños con tea

Como hemos estado explicando anteriormente antes de demandar a una tarea, debemos tener en cuanta lo siguiente;

  • El niño debe estar motivado.

  • Que no esté presentando problemas de conducta.

  • Que mantenga el contacto ocular antes de que el terapeuta demande una instrucción.

  • Tener preparado varios reforzadores, en caso de que no funcione uno podemos ofrecer al niño otros. Estos debéis seleccionarlos desde los más preferidos hasta los más normales. Hacemos esta selección para cuando presentemos tareas de alta dificultad usemos reforzadores muy potentes, y para tareas de menor dificultad reforzadores con menos valor reforzador.

  • Dirigiros al niño cuando muestre un nivel de atención mínimo para ejecutar la tarea demandada.

  • Elegir una zona adecuada para el aprendizaje, es recomendable que al principio sea una zona sin ruidos, sin muchos distractores, con buena luz y con una mesa de trabajo.

  • Tener los reforzadores bajo vuestro control. De este modo evitamos que el niño se levante y escape de la tarea

  • Ajustarnos al nivel del niño, no exigimos más ni menos.

  • Al comienzo de las sesiones las tareas son más sencillas, vamos a aumentando la dificultad de las tareas y terminamos con tareas de menor dificultad.

Una vez que hemos tenido en cuenta todos estos puntos pasamos a trabajar con el niño.

  1. Contratamos un reforzador que le gusté mucho.

  2. Le damos el reforzador (que juegue unos segundos), no os demoréis mucho, así evitamos que se sacie.

  3. Le pedimos el reforzador y le mandamos una tarea de alta probabilidad, de manera que nos aseguremos que el niño va a realizar la instrucción sin dificultad. El tiempo de la tarea debe ser corta si no se hace muy tedioso y el niño puede perder motivación.

    Comenzamos con tareas de alta probabilidad y aumentamos el nivel conforme va pasando la sesión.

    Por ejemplo:

    1 Instrucción “Carlos pon manos en mesa” y refuerzo.

    2 Instrucciones “Toca tu cabeza” y “toca tu nariz” y refuerzo.

    *No siempre tenemos que dar una instrucción y luego dos, todo depende del nivel del niño y el objetivo que queráis trabajar.

  4. Pasamos a una tarea de media probabilidad, está tiene más dificultad que las tareas de alta probabilidad. Contratamos de nuevo otro reforzador que sea más potente y hacemos el mismo proceso.

    Por ejemplo:

    1 Instrucción; hacer un puzle de 3 piezas y damos refuerzo.

    1 Instrucciones; Insertar 5 bolas y refuerzo.

  5. Si vemos que el niño se puede estar cansado, comienza hacer escape de tarea aparecen problemas de conducta, tenemos que observar, si el reforzador ya no es tan efectivo, o estamos demandando una tarea de mucha dificultad o la tarea es muy larga.

Virginia Montañez Soto

Diplomada en educación especial, Máster en autismo, Máster en terapia ABA (Análisis Aplicado de la conducta), Máster en rehabilitación del habla y del lenguaje. Con más de una década de experiencia, desarrolla su actividad en la modificación de la conducta, rehabilitación del habla y lenguaje, en autismo y en mejorar la calidad de la persona y de sus familiares.

Fundadora y directora de Tu Conducta.

https://www.tuconducta.com
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