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¿Cómo Trabajar el Miedo en Autismo?

¿Los niños autistas son miedosos?

Todos los niños pasan por una etapa en la que tienen miedo a diferentes situaciones y cosas, dependiendo de la edad algunos miedos desaparecen y otros perduran en el tiempo, como el miedo a la oscuridad, a los extraños, a la separación de los padres, a ruidos, a perros, etc.

Niños con autismo presentan algunos de los mismos miedos que los niños neurotípicos según su etapa evolutiva, pero muchos de estos miedos son diferentes porque los niños con TEA manifiestan hipersensibilidad ante ciertos sonidos, luces, sombras… que suelen convertirse en miedos y fobias.

Pero, ¿Qué es miedo? El miedo una emoción que se dispara cuando hay una amenaza, entonces se disparan las alarmas. El miedo es un instinto, no tenemos control sobre él, el cerebro manda señales al cuerpo para que reaccione ante una amenaza. En la parte frontal del cerebro se encuentra las emociones primarias y aquí es dónde está el miedo, en el sistema límbico, encargado de controlar las emociones y alertar ante el peligro.

¿Cuáles son los miedos de los niños autistas?

¿Qué le da miedo a un niño autista? Encontramos varios estímulos que pueden ser desagradables o irritantes para niños con autismo. Hablamos de estímulos para referirnos a objetos, cosas, personas, olores, luces, sonidos… Los miedos son creados por la presencia de nuevos estímulos que son desconocidos para la persona, como por ejemplo, la primera vez que escucha una moto arrancar o estos son estímulos que se han condicionado negativamente, por ejemplo, un niño que tiene miedo al ruido de la aspiradora porque una vez estaba andando y se tropezó con el cable, se cayó y se hizo daño, cada vez que ve u oye la aspiradora tiene miedo a caerse. Cuando una persona condiciona negativamente un estímulo, ha convertido una experiencia previa en información (estímulos), que cada vez que estos aparezcan, la persona activara las alarmas de su cuerpo.

¿Qué le molesta a un niño autista?

Cada persona presenta miedos y fobias a diferentes estímulos, según su historia de aprendizaje y según la hipersensibilidad ante ciertos estímulos. Estos miedos son diferentes en cada persona, provocando conductas inadecuadas, tales como pegar, huir, cubrirse los oídos, gritar, correr, etc.

  • Sonidos o ruidos:

Muchos niños con autismo de alto funcionamiento o de bajo funcionamiento, tienen miedo a los ruidos, fuegos artificiales, ruidos de motos, batidora, gritos, música alta, secador, aspirador, ruido al cortar el pelo o las uñas… causando que se tapen los oídos y en muchos casos aparecen problemas de conductas para evitar estos estímulos. Muchas familias han elegido auriculares para cancelar el ruido para disminuir el ruido en situaciones inesperadas dónde los decibelios del ruido son muy altos como el de los fuegos artificiales.

  • Texturas:

La textura es otro estímulo que puede ser irritante, llegando a causar miedos y fobias. Por ejemplo, texturas como la arena, texturas rugosas o pegajosas.

  • Luces:

Encontramos varias personas con TEA que manifiestan miedo debido a una hipersensibilidad a la luz, en algunos casos causando fotofobia.

  • Personas:

Niños con TEA pueden tener miedo a personas desconocidas y algunas personas en concreto que lo tengan asociado con algún momento desagradable.

  • Situaciones:

Aglomeraciones de gente, situaciones nuevas o cambios inesperados son contextos que pueden producir ansiedad y terror. Hay niños con TEA que pueden a ser muy rígidos a los cambios, desencadenando miedos por el cambio de un lugar a otro, también en contextos dónde hay mucha gente, como en los conciertos o en las ferias.

Hay otras situaciones de escape ante ciertas actividades o tareas. Este miedo genera que la persona evite hacer la actividad escapando y en muchas ocasionando problemas de conducta.

  • Estímulos tangibles:

Hay objetos que pueden causar miedo, ya sea por su color, forma o que este produzca una situación desagradable, como por ejemplo, la presencia de globos.

¿Cómo trabajar el miedo en niños TEA?

Debemos tratar las fobias que creen un malestar y angustia a la persona, fobias que interfieran en el aprendizaje de la persona y sobre todo aquellas que supongan un riesgo para la persona y su familia. No evitamos o dejamos de hacer nuestra vida diaria porque a nuestro hijo con autismo o Asperger tenga miedo, lo tratamos con profesionales cualificados que trabajen la conducta y estos realicen una intervención en desensibilización.

  1. Identificar.

Identificamos el estímulo que esté causando miedo y malestar. Por ejemplo, nos preguntamos; ¿Por qué tiene miedo al secador?, ¿Es por el ruido?, ¿Ha tenido una situación desagradable, se asustó y ahora le da miedo?, ¿Qué hace el niño ante la presencia del secador?, ¿Cómo reaccionamos los demás cuando este tiene miedo?, ¿Le protegemos y reforzamos la situación de miedo?, ¿lo sacamos de esta situación evitando la exposición del estímulo fóbico?… Estas preguntas nos pueden ayudar a encontrar el motivo del miedo. Muchas de las causas suelen ser por a) las alteraciones sensoriales y b) porque el estímulo se ha condicionado negativamente.

2. Tratamiento

El proceso para tratar el miedo en autismo es hacer una desensibilización gradual, mediante las aproximaciones sucesivas en las que vamos exponiendo a la persona al estímulo aterrador. De este modo ira tolerando el estímulo fóbico poco a poco.

Primero, identificar el estímulo al que tiene miedo respondiendo a las preguntas que hemos visto anteriormente. Segundo, hacer una lista de reforzadores (juegos, juguetes, actividades, comida, atención) que le gusten a la persona. Vamos a usar estos reforzadores para emparejar positivamente el estímulo fóbico. Tercero, el profesional elabora un plan de intervención, el cual será de manera gradual en el que expondrá a la persona a dicho estímulo y haciendo uso de los reforzadores y del refuerzo positivo.

Recomendaciones para la intervención:

  • La anticipación mediante uso de pictogramas, fotografías e imágenes nos serán muy útiles. ¿Qué es la anticipación y para qué sirve? La anticipación es la acción de adelantarse a un evento antes de que este ocurra, por ejemplo, si vamos a coger la aspiradora, le enseñamos una fotografía o pictograma de una aspiradora, de este modo la persona entenderá que vamos a utilizar la aspiradora.

  • Aplicar refuerzo positivo y programas de refuerzo continuo, intermitente u otros programas. El refuerzo es dar refuerzo después de que la persona emita una conducta, por ejemplo, si el niño está cerca del cortaúñas que le da miedo, damos refuerzo verbal diciendo ¡Muy bien cariño, estamos cerca del cortaúñas y no pasa nada!, le podemos dar juguetes que le gusten solo por el hecho de que el cortaúñas esté cerca de él. El refuerzo positivo hace que la conducta sé dé con más probabilidad.

    Otro procedimiento muy útil es el refuerzo continuo, reforzaremos a la persona todo el tiempo que está expuesto al estímulo desagradable.

    Con la aplicación de estos métodos el miedo al estímulo disminuirá, porque se empareja un estímulo negativo con otro estímulo positivo.

  • Uso de reforzadores. Utilizamos estímulos reforzadores para la persona durante todo el proceso.

No hay unos pasos estipulados, cada persona es diferente y nos adaptamos a las necesidades. Si durante el proceso de la cadena de desensibilización, la persona se pueda sentir mal, incómoda o aparezcan problemas de conducta, volvemos un paso atrás. A veces puede llevar mucho tiempo, y los familiares se pueden desesperar, pero con paciencia pero, si se hace bien, conseguiremos que la persona no reduzca su miedo.

Ejemplos:

Miedo a los globos: Niño no tolera ver un globo inflado por miedo a que explote.

  • Mediante la exposición de videos preferidos dónde aparezcan globos, por ejemplo, video de Pepa pig en un cumpleaños con globos.

  • Si la persona admite ver el globo, el siguiente paso podría ser que poner globo sin inflar cerca de él, si lo acepta, podría tocarlo unos segundos e iríamos aumentando el tiempo según tolere.

  • Jugar con el globo sin inflar y otros juguetes preferidos para que de este modo lo empareje positivamente.

  • Inflar un poco el globo y lo soltamos para que vuele por la habitación, esto le suele gustar a los niños.

  • Otros pasos serían cuando la persona esté en una situación agradable jugando, poner un globo de su color favorito a mucha distancia de la persona e ir acercándolo poco a poco en cada sesión. La persona tiene que estar o bajo reforzamiento o recibir un refuerzo por tener cerca el globo.

Miedo al secador:

  • Primero usamos un secador de juguete, y jugamos con el niño; mediante el role play jugamos a secar el pelo a muñecos como si estuviésemos en la peluquería. Esta actividad es muy buena para estimular el juego simbólico y condicionar bien el secador, y la peluquería. Si la persona no tiene las habilidades para jugar le moldeamos como tiene que jugar.

  • Cambiamos el secador de juguete por uno real, hacemos el mismo proceso de juego, sin encender el secador.

  • Encendemos el secador en una habitación dónde la persona pueda oírlo, pero muy poco, reforzamos por tolerar el sonido, podemos poner su música preferida con el fondo del secador y bailar.

  • Bajar la música un poquito para que se oiga más el secador y seguimos bailando, reforzamos la situación en todo momento en el que vaya tolerando el ruido del secador.

  • Acercamos el secador a la habitación dónde esté él y con el volumen más bajo.

  • Dejar el secador en la habitación apagado, a continuación jugamos con el y los muñecos con la música puesta, le enseñamos a encender y apagar el solito, que vea que puede controlar cuando aparece el sonido.

  • Le secamos el pelo a los muñecos y al terapeuta o a mama.

  • Por último, acercar el mismo el secador a su pelo, podéis hacerlo en frente de un espejo porque les suele gustar mirarse.

¿Qué no debemos hacer cuando un niño autismo tiene una fobia?

  • Obligarle a que esté en presencia del estímulo que le produce miedo.

  • Forzar a que lo toque o juegue con él.

  • Castigarle o reñir.