Estrategias Educativas para Autismo
¿Qué estrategias debemos utilizar en la educación con personas con autismo?
Educación en autismo: Estrategias de intervención
Estrategias diseñadas para la enseñanza de nuevas habilidades en personas con TEA. La educación puede llegar a ser todo un desafío y requiere de enfoques educativos personalizados y adaptados según las necesidades de cada persona. Las estrategias que vamos a introducir están basadas en la evidencia científica y la práctica, que son muy utilizadas en la metodología ABA (Análisis Aplicado de la Conducta). La terapia ABA se centra en identificar comportamientos inadecuados o problemáticos, por otro lado, enseñar habilidades adaptativas y funcionales. Haciendo uso del refuerzo positivo y la modificación de la conducta para aumentar conductas adecuadas y reducir problemas de conducta. En la enseñanza de nuevas habilidades seguiremos de cuatro pasos para que el aprendizaje de una nueva tarea, para que esta tenga éxito.
Hay cuatro procedimientos de entrenamiento de habilidades conductuales (el modelado, las instrucciones, el role-play y la retroalimentación) que se utilizan generalmente juntos en sesiones de entrenamiento, para ayudar a una persona a adquirir habilidades útiles. (R.G. Miltenberger) 1996.
Tabla de contenidos
Procedimiento de enseñanza y adquisición de nuevas conductas para personas con autismo. Son cuatro pasos los que vamos a seguir. A continuación, vamos a explicar cómo aplicar cada uno. Estos los podemos poner en práctica para enseñar cualquier habilidad como aprender habilidades sociales, vestirse, escribir, leer, etc.
¿Qué es el modelado en psicología?
El Modelado consiste en mostrar una conducta al alumno, el alumno observará la conducta del modelo y, a continuación, tiene que imitarla. Partiremos de las habilidades previas de la persona, no podemos enseñar a un niño que diga adiós con la mano si aún no sabe abrir la mano. A veces, una tarea es muy larga y hay que dividirla en pasos y encadenarlos uno con otro, por ejemplo, lavarse los dientes. En psicología a este procedimiento lo llamamos encadenamiento de la conducta.
En el modelamiento se trabaja el aprendizaje por observación, que es muy importante para el desarrollo del lenguaje. No confundamos moldeado con modelado.
Moldeado de la conducta: Procedimiento en psicología para instaurar o aumentar nuevas conductas a través de aproximaciones sucesivas hasta llegar a la conducta deseada.
Modelado de la conducta: En el modelado está implicado la observación como modelo de enseñanza. El modelo presenta un ejemplo de la conducta y la persona tiene que observar y realizarla a continuación.
Para que el modelado sea correcto, el alumno debe de tener un repertorio de imitación previo, además, debe tener habilidades de pre-atencionales, habilidades prerrequisitas y sobre todo motivación para realizar la conducta deseada.
¿Por dónde empezar a enseñar conductas?
Para saber por dónde empezar, debemos evaluar el repertorio previo de imitación del alumno y las dificultades que tenga. Tenemos dos opciones 1 pasarle la evaluación del manual ABLLS-R (Evaluación de habilidades de lenguaje y aprendizaje básicas) dónde evalúa todas las habilidades básicas de aprendizaje de una persona partiendo de los hitos del desarrollo de personas neurotípicas.
La opción dos, el familiar o el terapeuta, realizará la conducta y la dividirá por partes, a continuación, preguntará al alumno que haga los pasos, y anotaréis dónde necesita ayuda o no, y si necesita enseñar otras habilidades antes. Por ejemplo, ponerse un pantalón, escribir los pasos que lleva y si alguno de estos pasos es muy difícil tendréis que enseñar la habilidad previa a ese paso. Ejemplo de paso: No sabe levantar la pierna en 90 grados, primero trabajamos esta habilidad mediante modelado y a continuación seguimos con los pasos para enseñar a meter el pie en el pantalón.
Las conductas que enseñemos, tendremos que entrenarlas en otros contextos para que se de generalización y pueda beneficiarse de ese aprendizaje en todos los contextos. Nos referimos a generalización al proceso por el cual un comportamiento o una conducta aprendida en un contexto en particular se aplica a contextos similares.
Tipos de modelado de la conducta
Hay dos tipos de modelado de la conducta para enseñar o instaurar nuevas habilidades en personas con autismo, en vivo o simbólico.
En vivo
Una persona hace una acción y el alumno tiene que imitarlo, por ejemplo, la terapeuta se tapa la cara con las manos y el alumno tiene que hacer lo mismo.
Modelado simbólico
Le ponemos un video, una foto, un video de una conducta concreta y el alumno tiene que imitarla, ejemplo, le mostramos la foto de una niña saltando y el alumno tiene que imitar la acción.
Las personas neurotípicas (personas sin retraso en el desarrollo) llegan a respuestas generativas antes situaciones nuevas, las personas dan una respuesta nueva adecuada a esa situación basándose en la experiencia o aprendizaje previo, ya que desde que nacen comienzan a imitar a los modelos, como imitar a los padres, hermanos, abuelos…
El aprendizaje en algunas áreas del desarrollo de personas con autismo es más tardío, por lo que desde pequeños debemos estimular cuanto antes nuevas habilidades a través de la imitación. Los niños neurotípicos aprenden a través de la observación- imitación, mediante la experiencia directa, ensayo-error, juego y otros procesos de aprendizaje. Las personas con autismo a menudo presentan dificultades para imitar debido a sus déficits en las habilidades sociales y comunicación.
Eficacia para el modelado en personas con autismo
Contratar un reforzador para que el alumno haga la imitación de la conducta, por ejemplo, el alumno hace una imitación correcta y la maestra refuerza diciendo ¡Muy bien!, a este tipo de refuerzo lo llamamos refuerzo social.
El modelo debe parecerse al alumno. Si estáis trabajando con un niño, será mejor y más natural que el modelo sea un niño en vez de un adulto, por ejemplo, si quieres enseñar una conducta al alumno, de preguntar a los compañeros para jugar, enseñaremos al alumno un video de un niño preguntando a otro niño para jugar. Esta misma conducta, podéis hacerlo en vivo, consistiría en ir al parque y presenciar en vivo la pregunta de algún niño a otro niño.
La conducta a imitar debe ser apropiada para el nivel del desarrollo o de capacidad del alumno. Si es muy difícil, el alumno no podrá aprenderla, y si es muy fácil, puede que no preste atención, se aburra y presente problemas de conducta.
Debe de prestar atención, si las habilidades atencionales del alumno son limitadas, puede afectar al aprendizaje. Por lo tanto, debéis trabajar la atención aparte y evaluar ¿Cuánto tiempo puede estar atento a una tarea?, esto es muy importante y muchos profesionales no lo tienen en cuenta, a veces exigimos que la persona este por un tiempo prolongado prestando atención y como consecuencia aparecen problemas de conducta y empareja negativamente la tarea y al instructor.
Realizar la conducta en contexto adecuado. El contexto donde se va a enseñar la habilidad tiene que ser real o similar a un ensayo real. Por ejemplo, si quiero comprar pan, es más adecuado trabajarlo en una tienda. Primero lo trabajamos en la consulta o en casa y luego lo hacemos en el contexto tienda para que generalice la conducta.
Ofrecer ensayos suficientes de la conducta, es decir, se debe repetir varias a veces a lo largo del tiempo para que así el alumno lo aprenda. Para aprender una conducta se tiene que repetir con frecuencia. Si enseñamos una conducta, por ejemplo escribir la letra A, un día a la semana, probablemente no aprenda la conducta, porque no se da con frecuencia. Antes de plantear lo que vamos a enseñar, preguntaros si se puede entrenar esa conducta con frecuencia.
Ensayar en diferentes contextos, una misma conducta la vamos a enseñar con diferentes estímulos y con variedad de personas para que así la generalice la conducta. Por ejemplo, “poner un zapato”, primero lo trabajamos nosotros, una vez haya aprendido, lo vamos a hacer con otros tipos de zapatos, en diferentes sitios como el colegio, la casa o el parque y además, diferentes personas le pedirán que se ponga los zapatos.
Refuerzo inmediato después de que el alumno haga una conducta deseada, daremos el refuerzo, de este modo habrá contingencia. La contingencia quiere decir la relación entre un comportamiento y la consecuencia, en otras palabras hay contigüidad entre la conducta y la entrega del reforzador. Por ejemplo: Terapeuta le da de comer a un perro de peluche, acto seguido el alumno imita la acción correctamente y la terapeuta le da un reforzador, en este caso una patata frita.
En la intervención de personas con autismo, las instrucciones que demos al alumno deben ser específicas y describir la conducta exactamente que se espera del alumno, por ejemplo, “enjuágate las manos”.
En una cadena de conductas, las instrucciones que tienen que ser específicas para cada una de las tareas, por ejemplo, lavarse los dientes; coger el cepillo, poner pasta de dientes en el cepillo, abrir el grifo…
Las instrucciones deben ser directas, explicitas y a ser un nivel que el alumno pueda comprender.
Dar oportunidades de ensayar estas instrucciones.
Presentar las instrucciones cuando el alumno esté mirando.
La persona que presente estas instrucciones debe estar trabajando con el alumno actualmente, si es una persona desconocida probablemente el alumno no responda, este es un paso que se haría más adelante, el generalizar a otras personas.
Si el alumno es verbal, sería conveniente que repita las instrucciones mientras el entrenamiento para comprobar que el alumno se ha enterado correctamente de la instrucción.
Como en todo aprendizaje con personas con autismo, tiene a que haber una práctica, es decir, la oportunidad para el alumno pueda de practicar (role-play) la conducta después de recibir instrucciones o de observar un modelo en concreto.
Los pasos anteriores nos indicarán:
Si el alumno ha aprendido la conducta o no.
Da oportunidad para reforzar la conducta. Ejemplo: Dar elogio, juguete, comida…
Permite evaluar y corregir los errores.
Factores que pueden influir en la eficacia del ensayo en terapia
Ensayar la conducta en el contexto adecuado o en un contexto que simule la situación, esto facilitará la generalización. Ejemplo: Vestirse en el dormitorio.
El orden en que se presentan las tareas puede influir. Comenzar con conductas fáciles para que haya más probabilidad de éxito, después tendréis tiempo de subir la complejidad de las tareas.
Reforzamiento viene inmediato. Un error muy común es el de no reforzar justo después de que la conducta ocurra. Como consecuencia, desde que la persona realiza la conducta hasta que el refuerzo llega pueden ocurrir otras conductas, esto quiere decir que se podrían reforzar otras conductas, las cuales pueden ser conductas adecuadas o inadecuadas. ¿Cómo trabajar conductas inadecuadas?
Dar siempre feedback sobre la conducta que ha realizado el alumno. El alumno tiene que saber qué hizo bien.
La conducta debe ensayarse hasta que el alumno lo haga correctamente más de tres veces seguidas, con todas las personas que están implicadas en la intervención. El criterio de evaluación lo marca cada persona, en Tu Conducta, damos por dominada una conducta cuando la persona ha realizado la conducta correctamente más de 3 veces en una misma semana, sin recibir ninguna ayuda.
¿Por qué es tan importante la retroalimentación? Porque si no damos feedback después de una conducta correcta o una conducta inadecuada, la persona no sabrá si lo está haciendo bien o mal.
La retroalimentación se usa cuando queremos aumentar conductas: Si la persona no sabe lo que hizo bien y puede que esa conducta disminuya en el futuro, porque no estará motivado en hacer la conducta, ya que no obtuvo refuerzo o no fuimos explícitos en el feedback.
Este es paso fundamental para la enseñanza. Vemos a muchos padres y profesionales en la intervención de personas con autismo que después que el alumno haga una conducta adecuada o no, y no refuerzan la conducta o feedback correctivo, o si lo hacen, refuerzan más tarde o solo dicen ¡Muy bien!, pero ¡Muy bien! ¿Por qué?, ¿Qué es lo que hizo bien o mal?, un ejemplo sería ¡Muy bien te has comido toda la comida!.
Para resumir la retroalimentación debe ser:
Inmediata.
Descriptiva.
Reforzadora; refuerzo social o tangible (reforzador).
Feedback positivo.
Feedback correctivo.
Resumen de los pasos para la educación de personas con autismo
En la educación de personas con autismo hemos aprendido que para enseñar una conducta hay que seguir unos pasos. Los procedimientos de entrenamiento de habilidades conductuales en TEA consisten en cuatro pasos: el modelado de la conducta, las instrucciones, el ensayo conductual y la retroalimentación. Estos componentes de entrenamiento han sido usados juntos para enseñar una gran variedad de habilidades importantes a personas con autismo, otras discapacidades y personas sin discapacidad.
Una vez que hayamos seguido estos cuatro pasos, el siguiente paso sería mejorar la generalización después del entrenamiento de habilidades conductuales.
Mejorar la generalización después del entrenamiento de habilidades conductuales
El principal objetivo de los procedimientos de entrenamiento en habilidades conductuales es que adquieran nuevas habilidades y que las apliquen a situaciones reales. Para ello seguiremos 4 estrategias:
Simulación de situaciones reales: Durante la enseñanza, incluir ejercicios prácticos que simulen situaciones reales de la vida cotidiana. Cuanto más similares sean a las situaciones reales más fácil será trasladarlo a su rutina.
Incorporar situaciones reales: Realizar ensayos con compañeros de la escuela u otros entornos para que sea más natural.
Practicar fuera de sesión: Haz que tu alumno ponga en práctica lo que habéis trabajado en sesión en el contexto naturalizado.
Administrar refuerzo: Hablad con padres y maestros, que cuando la habilidad que estáis enseñando, ocurra en otro contexto, que ellos sean los que lo refuerza.
La formación debe incluir varios ensayos conductuales que simulen situaciones reales. Cuanto más cercano sean los escenarios de formación a las situaciones reales de la vida, más probable es que las habilidades se generalicen a las situaciones reales (Miltenberger, Roberts, et al.,1999).
Evaluación in situ
A menudo la enseñanza de una conducta ocurre en un entorno diferente onde se quiere aplicar. Esta evaluación se hace sin que el alumno sepa que está siendo evaluado, la investigación sugiere que cuando una persona percibe que está siendo evaluada, hay una mayor probabilidad que actué diferente, al estar condicionado por el instructor.
Cuando una evaluación de habilidades ocurre en el contexto natural en el que las habilidades son necesarias y el individuo no es consciente. Es importante para establecer con precisión si el individuo, hará uso de las habilidades entrenadas. (Gatheridge et al.,2004,Hilme, Miltenberger, Gatheridge y Flessner, 2004; Lumley, Long, Rapp y Roberts, 1998).
Intervención in situ
Se ha comprobado que personas con discapacidad intelectual aprenden mejor cuando la enseñanza de la habilidad se hace In situ en el lugar donde quieres que la conducta ocurra.
Bibliografía
Procedimientos de entrenamiento de habilidades conductuales. Capítulo 12, Miltenberger. Última actualización 2020.