Alinear Objetos Autismo
¿Qué significa que un niño ponga cosas en fila?
Muchos niños de desarrollo neurotípico pasan por una etapa en la que alinean objetos y juegues por colores, por tamaños o simplemente los ponen en línea o los apilan. El motivo por el cual alinean es porque les parece divertido, están explorando o imitando a que hacen una fila. No hay que preocuparse, ya que están pasando por esa etapa del desarrollo. Cuando su juego evolucione, esta conducta de alinear desaparecerá.
¿Qué es el autismo? y ¿Es un signo de alarma de autismo que los niños alineen objetos? Algunos niños con autismo y Asperger presentan un patrón de alinear o apilar objetos siguiendo un patrón repetitivo, pero no podemos etiquetar de TEA a niños que hagan esta conducta, para ello tienen que presentar otros signos de alerta. Signos de alarma en autismo.
Tabla de contenidos
¿Cómo alinean las cosas los niños autistas?
Algunos niños con autismo y Asperger o autismo de alto funcionamiento, alinean los juegues siguiendo patrones de colores, por tamaños, formas…
¿Por qué los niños con autismo alinean juguetes?
Niños diagnosticados con TEA presentan déficit en el juego, patrones restringidos, repetitivos, y restrictivos del comportamiento, interés o actividades limitados. Por lo tanto, su juego es repetitivo, no tienen gran variedad de juguetes o juegos y su forma de jugar no es adecuada o carece de funcionalidad.
Por ejemplo, pueden alinear juguetes, sin jugar con ellos, solo los alinean para ver cómo quedan en orden según el patrón preferido.
Otras fijaciones en autismo serían girar las ruedas de un coche y ver cómo gira, pero no juegan como el juguete está diseñado.
Otro ejemplo es agitar o girar juguetes, normalmente este son autoestimulaciones visuales, al igual que mirar partes de los objetos.
Un comportamiento repetitivo muy común en niños TEA y Asperger es repetir un video o canción siempre en el mismo minuto y segundo, una y otra vez, a su vez aparecen otras autoestimulaciones como agitar las manos, balancearse o hacer ruidos o sonidos, llamados ecolalias.
El juego también puede ser ritualista, por ejemplo colocar los juguetes de una cierta forma u orden y si este se rompe aparecen quejas y problemas de conducta, además de, que estas personas carecen de juego simbólico.
Nos referimos a juego simbólico a la capacidad de recrear acciones de la vida cotidiana como parte de su juego, imitando y jugando con los juguetes, simulando situaciones personales, cosas o acciones de su entorno. El juego simbólico está afectado porque las habilidades de imitación son pobres, resultando difícil imitar espontáneamente.
La mayoría de niños con una intervención temprana, enseñando nuevas habilidades de juego y trabajando la imitación, mejoran bastante el área de juego y por consecuente mejoran las habilidades sociales.
En edades tempranas es recomendable ampliar sus preferencias por nuevos juguetes, emparejando y condicionando nuevos juguetes, para aumentar el repertorio de juego y las habilidades de juego. Mediante la enseñanza de habilidades y uso de procedimientos como reforzamiento positivo y moldeamiento podemos conseguir que estos niños avancen mucho.
Antes de responder a esta pregunta, primero valoramos si realmente esta conducta está interfiriendo en su aprendizaje y vida diaria. Si a tu hijo le gusta apilar y alinear juguetes, y no presenta problemas de conductas e inflexibilidades, no hay ningún problema en que lo haga durante una etapa, ya que casi todos los niños neurotípicos pasan por esta etapa cuando son pequeños.
Por lo contrario, hay niños que son muy inflexibles y ritualistas, ordenando sus juguetes u objetos de casa, presentando problemas de conducta si mueves o tocas una pieza, sí la cambias de lugar o si rompes la cadena. Por otro lado, hacer este tipo de conductas puede indicar que hay un déficit en otras habilidades de juego, haciendo una y otra vez el mismo juego porque no haya aprendido a jugar de otra manera. En estos casos sí que habría que intervenir.
El primer paso es identificar el motivo por el que está alineando. Encontramos varias posibles razones que vamos a abordar hoy; falta de habilidades, llamadas de atención, y autoestimulación. Se pueden dar una razón o varias.
Niños que realizan la conducta para llamar la atención, es porque quieren que un adulto les regañe o le diga algo cada vez que esté alinea. La reprimenda sería el refuerzo. ¿Cómo dejamos que deje de alinear sin reforzar la conducta?, para dejar de reforzar la conducta, tenemos que no dar atención cuando el niño está alineando, de este modo el niño no recibirá atención y la conducta disminuirá al no ser reforzada. ¿Cómo ignoramos la conducta? La persona tiene que seguir haciendo lo que estaba realizando sin decir o dejar lo que estaba ejecutando. Esté es el método de extinguir la conducta. La extinción es un procedimiento en psicología para reducir conductas no deseadas. Este procedimiento va unido con el refuerzo diferencial, damos atención y refuerzo cuando esté jugando sin emitir la conducta de alineamiento, diciendo; ¡Muy bien cariño, estas sin alinear!. El refuerzo diferencial es muy útil para reducir y aumentar conductas.
Niños que realizan la conducta por la condición de autoestimulación mostrándose inflexibles al cambio. Normalmente, la autoestimulación es visual. Les produce refuerzo el ver el orden según el patrón ordenado. ¿Qué hacen los niños con autismo cuando ven los objetos y juguetes alineados? La mayoría de los niños aletean, se balancean, hacen sonidos o se acercan para ver los juguetes mas cerca. ¿Cómo intervenir en estos casos?. La persona que encargada de la intervención tiene que tener cierto control sobre la conducta del niño. Por otra parte, el niño tiene que tener un nivel de obediencia mínimo para poder seguir instrucciones. Para trabajar esas inflexibilidades, la persona encargada de la intervención tiene que jugar con el niño a intercambiar juguetes, a cambiarlos de posición, de lugar, introducir nuevos juguetes y objetos a la fila o ponerlos en círculo.
Por último, enseñar habilidades nuevas de juego, para qué amplié su abanico, mediante el moldeamiento, enseñando como se juega correctamente con esos juguetes. Si no juega correctamente se retiran. Tenéis que ser muy contingentes cuando el niño haga una conducta, si lo hace bien felicitamos, si no juega correctamente retiramos los juguetes.
Hablemos ahora de las autoestimulaciones, que aparecen como una forma de relación con el medio y consigo mismo, y como una forma de compensatoria de regular una necesidad. Esto es debido a que la persona tiene déficit en el desarrollo y cada una de estas tienen varias causas diferentes que se generan por; alteraciones en los sentidos, problemas graves de autogestión o autorregulación y problemas de comunicación o de interacción.
Antes de intervenir nos preguntamos. ¿Qué necesidad o habilidad está haciendo que la persona genere esa conducta?.
En Tu Conducta trabajamos las autoestimulaciones, ya que estas aparecen porque hay;
Un retraso o déficits en el desarrollo.
Retraso o déficit en otras habilidades.
Problemas de autorregulación o autocontrol.
Problemas sensoriales.
Intervenimos en estas conductas autoestimulatorias, pero también enseñamos las habilidades que necesitan para que dejen de hacer estas conductas. Si solo corregimos la conducta, conseguirnos que esa conducta desaparezca, pero aparecerá otra, porque la base del problema es que necesita generar otras nuevas habilidades y si no se trata estos objetivos la persona seguirá teniendo la misma necesidad y aparecerán otras conductas autoestimulatorias, por ejemplo podemos corregir que se balancee, pero más tarde puede aparecer un aleteo.
¿Por qué debemos corregir las conductas autoestimulatorias? Hay dos razones por las que podemos corregir las autoestimulaciones, una porque hay un déficit en el desarrollo y la otra razón es porque entran en bucle. Hay una retroalimentación, dónde la persona se activa y eso crea una necesidad, que a su vez hace que repita la autoestimulación más para generar esa actividad y para volver a su nivel basal (nivel de base), necesita de hacer una conducta disruptiva compensatoria que haga volver a los niveles basales. Otro motivo para modificar estas conductas es para facilitar las habilidades sociales con otras personas.
¡No olvidéis leer! Los juguetes preferidos de niños con autismo.